5 oct 2010

Este planeta huele raro

Al planeta gigante GJ 436b, que se encuentra en la constelación de Leo, le falta algo.
¿Podría creer usted que se trata del gas de los pantanos?
Para sorpresa de los astrónomos, quienes han estado estudiando este planeta del tamaño de Neptuno usando el Telescopio Espacial Spitzer, de la NASA, GJ 436b tiene muy poco metano (CH4).
"El metano debería ser abundante en un planeta de este tamaño y con esta temperatura, pero encontramos una cantidad de metano que es 7.000 veces menor que la que predicen los modelos", dice Kevin Stevenson, de la Universidad de la Florida Central (UCF, por su sigla en idioma inglés). Stevenson es el autor principal del artículo donde se informa sobre este resultado, en el número del 22 de abril de 2010, de la revista Nature




 Este déficit de metano es sorprendente ya que en nuestro propio sistema solar todos los gigantes gaseosos son ricos en metano. El hidrógeno y el carbono son abundantes en las atmósferas de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Estos átomos se unen de forma espontánea para formar el hidrocarburo más simple, CH4
El ejemplo de nuestros gigantes gaseosos locales produjo expectativa cuando Stevenson y sus colaboradores apuntaron el telescopio Spitzer en la dirección de GJ 436b, el cual se encuentra a sólo 33 años luz de distancia. Encontrar metano era una conclusión casi obvia. Pero cuando los investigadores analizaron el espectro del planeta encontraron muy poco de este compuesto. En cambio, se descubrió que la atmósfera es rica en monóxido de carbono. 
"De hecho, nos dejó atónitos", dice Joseph Harrington, quien es el investigador principal y coautor del informe, y que también pertenece a la UCF. 
¿A dónde fue todo el metano? Una posibilidad: se ha disociado. "La radiación ultravioleta de la estrella del planeta podría estar convirtiendo el metano en polímeros como el etileno", comenta Harrington. "Si se expone plástico para envolver a la luz solar, la radiación ultravioleta rompe los enlaces del carbono que hay en el plástico, provocando de este modo que se deteriore conforme las largas cadenas de carbono se disocian. Nosotros proponemos que un proceso similar está ocurriendo en GJ 436b, pero en este caso los átomos de hidrógeno son arrancados del metano y los restos se unen para formar etileno (C2H4)".




 También, especulan los investigadores, podría suceder que fuertes vientos verticales en la atmósfera del planeta estén acarreando material hacia arriba, desde capas profundas y calientes donde el monóxido de carbono es abundante. Entonces el CO reemplaza al CH4.
O podría ocurrir alguna otra cosa totalmente diferente.
"En la atmósfera de este planeta podría estar produciéndose alguna clase de química extraña", afirma Harrington. "Sólo que aún no lo sabemos".
Los planetas gigantes no son los únicos mundos que poseen metano. El CH4 es bastante común en la Tierra, también. El metano se forma en el estómago de las vacas y de las cabras. Asimismo, se lo ve burbujear en los pantanos; es un derivado de materia orgánica que se encuentra en estado de descomposición en las profundidades del fango. En los planetas gigantes gaseosos, el metano es el resultado de la química común y corriente pero, en nuestro planeta, es un símbolo de vida.
Por este motivo, los investigadores han planeado desde hace mucho tiempo buscar metano en las atmósferas de los planetas distantes con tamaños similares al de la Tierra. Se espera que la misión Kepler, de la NASA, descubra diversos planetas con tamaños semejantes al de la Tierra en los próximos años; de este modo, los científicos dispondrán de una variada muestra de objetivos prometedores para investigar. La existencia de metano que flota con oxígeno podría ser una convincente evidencia de actividad biológica.
¿Pero qué tal si las atmósferas planetarias no siempre obedecen las reglas de nuestro propio sistema solar? GJ 436b ciertamente no lo hace. Los investigadores tal vez tengan que regresar al pizarrón y reformular la química vinculada con el tema.
"GJ 436b nos está diciendo algo importante", afirma Harrington: "Ya no estamos en Kansas".

@Cicncia NASA.

4 oct 2010

Corot detecta un nuevo planeta más grande que Júpiter

Ha sido llamado 'Corot-exo-1b' y que se encuentra a 1.500 años luz


El telescopio espacial 'Corot', de la Agencia Espacial Europea, ha divisado un nuevo planeta al pasar delante de una estrella lejana. Se trata de un cuerpo de elevada temperatura y más grande que Júpiter, que ha sido llamado 'Corot-exo-1b' y que se encuentra a 1.500 años luz, en la constelación de Monoceros. Éste es el primer éxito científico de la misión espacial francesa, que fue lanzada el pasado 27 de diciembre y que tiene como objetivo buscar planetas similares a la Tierra.




El satélite ha obtenido la curva de luz de una estrella parecida al Sol con sorprendente eficacia. Estos resultados, que superan ampliamente las previsiones, indican que 'Corot' será capaz de detectar planetas de tipo rocoso e incluso proveer información sobre su composición química.
'Corot', cuyas siglas corresponden a Convección, Rotación y Tránsitos, es un telescopio capaz de medir la variación del brillo de decenas de miles de estrellas con una precisión nunca alcanzada y cumple con un doble objetivo: estudiar el interior de las estrellas y detectar planetas de tipo terrestre a su alrededor.

Según los responsables de la misión, los sistemas de abordo están trabajando al menos tan bien como lo inicialmente previsto y, en ciertos casos, significativamente mejor, lo que tendrá un enorme impacto en los resultados de la misión.




Aunque la evaluación sistemática y científica de los datos tomará aún cierto tiempo, se pueden presentar algunos resultados preliminares que demuestran la calidad excepcional de este instrumento: los datos del primer exoplaneta descubierto por 'Corot' (CoRoT-Exo-1b) tienen un error de sólo cinco partes en cien mil en una hora de observación. Esto implica que pequeños planetas, análogos a la Tierra, podrán ser detectables por el satélite, así como las variaciones de la luz estelar reflejada por el planeta (dependiendo de su reflectancia), pudiéndose dar, en esos casos, indicaciones de su composición química.


El método empleado por el satélite en su búsqueda de planetas es el de los sí se puede medir la pequeña disminución en el brillo de la estrella que los tránsitos ocasionan.
El método de detección empleado hasta ahora sólo permitía el hallazgo de planetas gigantes de carácter gaseoso pero se espera que, aunque la búsqueda de planetas no constituye el objetivo primero de la misión, las observaciones fotométricas de 'Corot' prueben la existencia de planetas terrestres fuera del Sistema Solar.


Descubierto planeta potencialmente habitable

Desde el descubrimiento de Gamma Cephei Ab en 1988, aunque este descubrimiento no fue confirmado hasta 2002, cada vez somos mejores encontrando planetas extrasolares. De hecho, de los cerca de 500 que conocemos en la actualidad, 285 han sido descubiertos desde 2007.

Esto hace que casi no pase un mes sin que descubramos alguno o algunos más, con lo que casi no es noticia el que aparezca uno nuevo.

Pero estos días se está hablando mucho de Gliese 581g, un planeta que orbita Gliese 581, una estrella que está a 20 años luz de la Tierra.



El hallazgo, que puede marcar un antes y un después en la búsqueda de «nuevas Tierras», acaba de ser anunciado por un equipo de astrónomos de las Universidades de California y Santa Cruz y del Instituto Carnegie de Washington y será publicado próximamente en Astrophysical Journal.
Si los datos se confirman, el nuevo mundo sería el más parecido al nuestro de todos los que se han descubierto hasta ahora. Tanto, que podría albergar agua y reunir las condiciones necesarias para ser habitable.
Sin embargo, el mero hecho de que Gliese 581g sea considerado capaz de sustentar vida no significa necesariamente que sea un lugar agradable para vivir en él. La habitabilidad de un planeta depende de numerosos factores, y las variables necesarias pueden variar mucho de una a otra zona dentro de un mismo mundo.
Sin ir más lejos, aquí, en la Tierra, existen numerosos entornos en los que, a pesar de que existe la vida, los seres humanos no podrían vivir. Lo realmente importante de Gliese 581g es que reúne, por primera vez, las dos condiciones más importantes que se consideran necesarias para que la vida pueda existir: la posibilidad de agua en estado líquido y la presencia de una atmósfera que retenga los gases necesarios.